Dios está enfadado
y me castiga con amor.
el movimiento de rotación de mis caderas
ha cambiado de eje,
todas las estaciones se han convertido
en una vomitiva primavera constante.
escupo cada día desde un peldaño más alto de las escaleras,
donde tú me esperas con lluvia en las manos
y yo te llevo arena en los bolsillos.
la perfección existe
en el instante después de las tormentas.
cuando todo se calma,
cuando huele a sexo entre el agua y la tierra.
4 comentarios:
qué asco das, chiquilla!
Ya echaba de menos tus caricias psicópatas...
bsos
Ummm que rico huele!
Echaba de menos tus escritos, me perdí pero he regresado.
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